Empezó como un juego afinar mi propio piano, fue siempre una cuenta pendiente, eso despertó un aprendizaje profundo/técnico del cual aprendo día a día y hay mucho por aprender.
Lo que más me gusta/apasiona de este oficio es que me abrió la puerta de conectarme con personas/músicos, profesionales o amateurs, conocerlos, que me abran las puertas de su hogar/escuela/academia/estudio, saber de sus historias, escucharlos tocar y poder afinar el piano que tanto aman es verdaderamente especial para mi.
Como músico la afinación es un doble compromiso, un piano afinado es importantísimo para el pianista, para la correcta sonoridad de una pieza.
Al momento de hablar de sonoridad y afinación, el sonido del piano emite frecuencias/vibraciones (ondas que oscilan) que se miden en Hertz, afinar el instrumento dándole una curva de compensación armónica para su correcta armonía y la consecuente quita de batidos por segundo de sus unísonos (ajustar las cuerdas laterales para igualarlas a la frecuencia de la cuerda central), donde su nota patrón fundamental LA4 marque la frecuencia de su vibración, en la actualidad sigue vigente la estandarización del LA4 440 Hertz. por la Organización Internacional de Normalización (ISO 16).

”Frecuencias, vibración = Música (energía)”

La afinación es de gran valor no solo para la correcta armonía y sonoridad del piano, sino importante saber cómo repercute desde la dimensión vibracional, en el cuerpo físico y sutil.

Me formé en la Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires, que me otorgó la diplomatura en Afinación Profesional de Pianos, su fundador y director el Lic. Hugo Landolfi.

Utilizo dos Técnicas para afinar: Aural y Aural-digital (dependiendo de lo que solicite el cliente)